Como habrás escucha alguna vez, existen distintos grupos sanguíneos: A, B, O y AB y dos tipos de RH: positivo y negativo.

Es decir, las personas se clasifican atendiendo a su grupo sanguíneo y a su RH, por ejemplo A+. No todos los grupos son compatibles entre sí, de manera que cuando se va a realizar una transfusión hay que atender la compatibilidad de los dos factores.

Los grupos RH negativos pueden donar a las personas de su mismo grupo sanguíneo, tanto si son positivos como negativos, mientras que los RH positivos sólo son compatibles con los positivos.

El 85% de las personas son Rh positivas, mientras que el 15% restante son Rh negativas.

En definitiva el RH negativo es minoritario y es muy necesario por su mayor índice de compatibilidad. Si tu RH es negativo tu sangre puede transfundirse a mucha gente.

Además, si eres 0 negativo, eres el denominado donante universal: tu sangre es compatible con todos los grupos sanguíneos, pero sólo puedes recibir sangre de otro 0 negativo. Este grupo sanguíneo solo lo tiene el 9% de la población por lo que es muy importante tu donación.